Varios vecinos de una parte de barrio Guadalupe han perdido la calma. ¿El motivo? En apenas una semana han sufrido ocho robos, en una seguidilla que elevó su preocupación al máximo.
La gota que colmó el vaso se derramó la noche del sábado cuando una vivienda ubicada en Alberdi al 6900 (esto es, entre Boneo y Espora), resultó desvalijada.
Y minutos después de este hecho, en la propiedad lindera, una mujer quedó cara a cara con ladrones que pretendían ingresar a su casa. Por fortuna, los gritos de la víctima fueron escuchados por varios vecinos que salieron a la calle y pusieron a los delincuentes en fuga.
Los denunciantes aseguran que los robos no son al azar y que sus autores realizan tareas previas de “inteligencia”.
Por caso citan lo que pasó la mañana del sábado cuando un hombre llegó hasta un inmueble y tocó al timbre. Pero al no ser atendido este sujeto dejó una rama colocada en la reja de un portón, en lo que se interpretó como una “marca” indicando que allí no había gente.
Durante la noche de ese sábado la vivienda donde habían colocado la rama, fue “visitada” por malvivientes que se llevaron gran cantidad de cosas.