En febrero de este año, la Diputada Alicia Gutiérrez presentó un “Proyecto de Declaración” a través del cual expresó “su preocupación por el deteriorado estado  de infraestructura y asfaltado del puente situado en el kilómetro 343 de la Ruta Nacional N°11 sobre el río Carcarañá a la altura de Villa La Ribera”.

El artículo, extenso, derivó en que Vialidad Nacional realice una supervisión de toda la estructura, realizando pruebas de cargas correspondientes para determinar el riesgo de transitabilidad. En el proyecto se destacaba, además, que “el puente se mueve en una especie de balanceo y que, además, el estado del asfalto es muy deficiente”.

Ahora, con la cosecha gruesa ya en marcha, y pese al “Ok” dado por Vialidad Nacional, crece la preocupación por la enorme cantidad de camiones que deberán transitar por allí.

Es que de los 130 millones de toneladas que se esperan en los puertos de la zona, se calcula que un 40% debe pasar por ese puente. Los granos que más “llegarán” a la zona son soja y maíz, 52 y 48 millones respectivamente.

Los camiones que pasan por ese puente van principalmente a los puertos de COFCO, Renova, Dreyfus. Por día, cada cerealera recibirá 10.000 toneladas, 20.000 toneladas y 10.000 toneladas, respectivamente. A esas 40.000 toneladas se le suma aproximadamente otro 30 por ciento de carga, correspondiente a lo que se exporta como poroto sin procesar.

De ese número grueso sólo puede descontarse un puñado de cereal (10 por ciento, aproximadamente), que se traslada a través de barcazas.

Cada camión tiene la capacidad de trasladar 30 toneladas de carga, y se esperan por día unas 48.000 a 50.000 toneladas. Es decir que por el mencionado y deteriorado puente se esperan por día 1600 camiones.