El homicidio ocurrió el día de Navidad de 2018. La primera versión policial habló de un enfrentamiento. Pero todo indica que fue una emboscada.

Jonatan Jerez fue acribillado la última Navidad en una canchita de barrio Ludueña. En el giro de la causa, otro joven fue imputado ayer como coautor del crimen. Luego de entregarse al saber que pesaba sobre él un pedido de captura, Rodrigo M. se convirtió en el segundo acusado por el caso en seis días. Mientras que otros dos sospechosos siguen prófugos. "Me presenté porque yo sé que no hice nada", se defendió el joven de 18 años que aquella tarde resultó herido en una pierna.

Denuncia

Rodrigo "Pica" M. fue implicado por vecinos que denunciaran que cuatro atacantes, en connivencia con la comisaría 12ª, modificaron la escena del hecho para simular un tiroteo. Su imputación como uno de los coautores del crimen de Jerez se concretó en una audiencia. En la misma, el juez Rafael Coria le dictó prisión preventiva por dos años por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal del arma.

Según la fiscal Marisol Fabbro, el ataque ocurrió en un contexto dominado por el accionar de una banda conocida como "Los Tortitas". A esta, los de ese sector de Ludueña atribuyen usurpaciones, amenazas, abusos de armas y venta de drogas al menudeo.

Los vecinos dijeron que el grupo se instaló hace unos tres años en los alrededores de la canchita de fútbol de Tupac Amaru entre Pedro Lino Funes y Teniente Agnetta. Y al mando de la misma sindican a Daniel "Cueri" G., quien tiene pedido de captura al igual que Nicolás G.

Emboscado

El crimen ocurrió la tarde del 25 de diciembre pasado. Fue cuando Jerez, de 28 años y padre de dos chicos, cruzó caminando la canchita con un envase de cerveza en la mano. Allí fue atacado con varios disparos. Fue internado en el Heca y falleció el 8 de enero a causa de graves lesiones. Su muerte desató una reacción de vecinos que denunciaron complicidad policial con los asesinos, incendiaron una casa y demolieron dos búnkers.

La madre de Jerez contó que festejaban Navidad en su casa cuando su hijo decidió ir a comprar una cerveza. Ella le advirtió que no fuera por la canchita pero él le respondió "que no se hiciera problema, que estaba todo bien". Una vecina relató que cuando Jonatan entró en la canchita, Brian M. y Rodrigo M. lo increparon y que ella se refugió en su casa al oir los disparos.

Otra testigo, que sufrió la usurpación de su casa, contó que Jonatan "fue a comprar una cerveza y cuando volvió a pasar por la canchita había tres que lo estaban esperando. De un lado «Cueri» y «Pica», del otro Brian M. y arriba de una casa Nicolás G. En ese momento Brian le dispara a Jonatan y luego tiraron los demás. Después se empiezan a disparar entre ellos", contó.

Según esos relatos, tras balear a Jerez los tiradores hirieron a dos de su propio bando para simular un enfrentamiento. Y esa versión brindó entonces la policía, por lo que no se dispuso la detención de los dos heridos, dados de alta al día siguiente del Heca aunque dieron positivo en los dermotest. Son Brian M., imputado el jueves; y Rodrigo M., que se entregó el lunes.

Versiones cruzadas

La primera versión de la comisaría 12ª indicaba que Jerez fue a la casa de Brian M. Y tras una pelea lo hirió en una pierna. Luego baleó a Rodrigo M. y al salir fue herido por error por sus hermanos. Pero el enfoque cambió tras un trabajo del Organismo de Investigaciones que asiste a la Fiscalía. Así se supo que los policías taparon la escena, recogieron vainas y se llevaron una bolsa donde se presume estaban las armas usadas. Por eso inició una investigación la fiscal de Violencia Institucional Karina Bartocci.

El joven imputado ayer declaró que el 24 pasó Nochebuena "en Gálvez con mi familia. Después de las 12 me fui para Ludueña a pasarlo con amigos. Lo cruce a Brian M., me fui a la casa de él a tomar una cerveza y entra Jerez a los tiros. Yo me pongo atrás de la heladera y me pega en la pierna derecha. Entró como si nada, primero apuntó a la hija de Brian y después nos disparó a nosotros".

"Me presenté porque yo no hice nada", sostuvo M. ayer, y aclaró que no lo hizo antes porque se tuvo que mudar. "Nos echaron a todos, a más de veinte familias", dijo. Su abogado, José Guirado, sostuvo que M. es inocente y que la versión de su cliente es "muy consistente".