Aunque parezca reiterativo, vale la pena recordar y explicar, en particular a los más jóvenes. El 24 de marzo de 1976 se produjo un golpe de Estado cívico-militar derrocando al gobierno constitucional de entonces. Se instaló en nuestra Patria un gobierno de facto a cargo de una Junta Militar que se atribuyó la suma del poder público.
Se arrogó facultades extraordinarias y en el ejercicio de esos poderes ilegales e ilegítimos impuso la dictadura más sangrienta de la historia nacional. En ella persiguió, torturó y asesinó a miles de argentinos. También disolvió el Congreso y los partidos políticos, dictó normas por encima de la Constitución. Entre otras cosas prohibió la actividad sindical; anuló la libertad de expresión y devastó la economía nacional.
En esos trágicos años de Terrorismo de Estado, se aplicó un plan coordinado y sistemático de exterminio y represión generalizada. Exponiendo un gran costo humano sometiendo a miles de personas al secuestro, a la tortura o a la muerte.