La voluntad gremial finalmente cambió y acordaron establecer guardias mínimas que les permitirán almorzar raciones frías a unos 18 mil chicos. Se trata de los más vulnerables, un grupo que siguió yendo a la escuela durante todo el verano para poder al menos comer algo en el día.
A pesar de la decisión gremial, si los docentes definen hoy ir al paro los mismos días, el hecho de que un sándwich y una fruta llegue a estos chicos dependerá de que las directoras de las escuelas donde hay comedores vayan a abrir las puertas. Algo que desde el Ministerio de Educación están tratando de garantizar.