Bonadio lo aceptó como imputado colaborador. Su abogado contó que no le pide salir de la cárcel.

 

Víctor Manzanares lloró durante su declaración como imputado colaborador en la causa de los cuadernos. En un momento de las 30 horas que estuvo ante el juez Claudio Bonadio, el contador recordó a su padre y rememoró su historia de vida en el sur de la Argentina. Eso lo quebró. Su abogado, admitió que teme por la familia. "No tengo nada por qué vivir", me dijo.

Roberto Herrera comentó que Manzanares aportó elementos en la causa de Daniel Muñoz, exsecretario privado de Kirchner, ya que ahí "es donde más se siente involucrado y con una responsabilidad". "Lo que manifestó es que si hizo algo, quiere pagar ante la Justicia lo que hizo. Quiso sacárselo de su interior, desde la culpabilidad. No dijo que es inocente, ni que fue víctima. Manifestó el arrepentimiento que es sincero. No es sencillo eso", apuntó.

Cree que su vida está terminada, inclusive profesionalmente. 'No tengo nada por qué vivir', me dijo. Solo le importan los hijos. Encima a ellos no los ve seguidos, ya que viven en Santa Cruz", afirmó Herrera.

El juez Claudio Bonadio homologó el acuerdo judicial por el cual el excontador de los Kirchner se sumó al listado de imputados colaboradores dentro de la causa de los cuadernos de las coimas. En su testimonio, dijo que el expresidente le pegaba a su secretario, Daniel Muñoz, y reconoció que junto a ese funcionario llegó a trasladar decenas de bolsos con millones de dólares.