La esperanza de Instituto de ganarle a Atlético Rafaela, volver a sumar de a tres después de la auspiciosa goleada a Olimpo y seguir manteniendo viva la llama de acercarse a la pelea por el segundo ascenso, se desmoronaron estrepitosamente anoche en Santa Fe no tanto por el resultado de la derrota, un módico 1-0, sino por la forma en que se gestó esa caída, luego de más de 90 minutos mal jugados y con un final que costó tres expulsiones y severas acusaciones contra el árbitro de partido.
El técnico Diego Cagna, antes de subir al colectivo, expresó su fastidio con el desempeño del Adrián Franklin, le achacó favorecer a Atlético de Rafaela y expulsar mal a sus jugadores.
“Los jugadores se vieron perjudicados por el referí, ni Ellacopulos ni Arce insultaron lo insultaron. Ellacópulos sólo le dijo ‘qué haces’ porque cortaba la jugada. Y después hubo una jugada fuerte de Agüero, como hubo una de ellos en el primer tiempo y no amonestó, es decir que el árbitro no midió con la misma vara. Nos sentimos perjudicados por un árbitro que es de Santa Fe”, disparó el entrenador albirrojo.
¡GANÓ LA CREMA! ?
Por la #Fecha20, #AtléticoDeRafaela derrotó 1 (Marco Borgnino) a 0 a @InstitutoACC. ¡#VamosCeleste! ? pic.twitter.com/c7dhJnPVxG— Atlético de Rafaela (@OficialAMSyD) March 18 2019
Sobre el rendimiento del equipo, Cagna volvió a hacer hincapié en el desempeño de Franklin: “Creamos situaciones de gol pero el árbitro nos inclinó la cancha, con laterales o córners mal cobrados, son cosas que pusieron nerviosos a los jugadores. Ahora nos queda enfocarnos enel próximo partido”.
El técnico fue el vocero del fastidio de la delegación cordobesa con el desempeño del árbitro, pero también es cierto que mucho antes de que la cuestión con Franklin comenzara a calentarse, Instituto hizo muy poco futbolísticamente para repetir lo actuado frente a Olimpo.
La lejana ilusión que se revela más matemática que futbolística de clasificar para el reducido del segundo ascenso se le sigue escapando a Instituto con desempeños como el de anoche. Ni el recuerdo fresco del 4-0 sobre Olimpo ayudó en Rafaela.
Si bien la semana de trabajo había quedado marcada por un paro de jugadores enfrió el optimismo de la goleada, incluido el triplete de Vegetti, la idea era ganarle a un rival accesible. Pero ni el despliegue del goleador alcanzó.
El desafío en Santa Fe era el de superar a un equipo con el que compartía la irregularidad como norma de rendimiento, para avivar la llama, para volver a ganar dos partidos seguidos en el torneo y para demostrar que el perturbador contratiempo gremial de entresemana había sido superado, pero todo quedó en la nada en medio de una andanada de críticas al arbitraje.