Un momento crucial de cualquier competencia olímpica son las premiaciones. Para el cual todo atleta participante aspira y se prepara durante años. Esta vez, las medallas entregadas tendrán una característica aún más especial. Y es que fueron producidas en Rosario.
Detrás de una etapa fundamental del forjado de los premios está Imprentas en Rosario, una empresa afincada en zona sur que hace siete años se dedica exclusivamente a trabajar con imagen y la entrega de productos terminados para sus clientes. "Tenemos un plantel de tres personas fijas, con varias personas satélite que se encargan de servicios como el sublimado, terminado, entrega, entre otras", contó Diego Montenegro, titular de la compañía.
El camino de la empresa hacia los Juegos Suramericanos está marcado por una larga trayectoria de trabajo con instancias públicas, dado que hace cuatro años, trabajan con el Plan Abre. "A medida que fue surgiendo nuevas necesidades para cubrir, nos fuimos capacitando para poder hacerlo. Así llegamos a trabajar en la premiación de Santa Fe Juega, del EduFest 2018 y el programa de Estudio a Distancia del Ministerio de Educación", recordó Diego.
Con esta experiencia al hombro, no tuvieron dudas en afrontar la importantísima tarea de crear las medallas ni de innovar en el proceso. "Nosotros habíamos trabajado sólo con medallas de alto y bajo relieve, es decir con dos niveles. Pero surgió la posibilidad de innovar. Buscaban algo distinto, querían que la medalla mostrara una ribera en el fondo, las diferentes huellas que va dejando el río. Para eso planteamos hacer una impresión 3D y se elaboró un archivo sobre el cual se fue trabajando hasta llegar al óptimo. Para nosotros fue un desafío porque nunca habíamos hecho ese proceso", aseguró el titular.
La producción
"Fuimos probando, imprimimos varias. Con esa impresión 3D se generó la matriz para la fabricación, que se hace en un material parecido al caucho.
A partir de ahí se fabrica la medalla con una mezcla de distintos metales. Y finalmente se elige el bañado que se le va a dar. En este caso, para el primer, segundo y tercer premio, oro,  plata y bronce", explicó Montenegro.
La producción se tercerizó pero de forma supervisada y controlada. En total, se calcula que unas catorce personas estuvieron involucradas en todo el proceso de producción de las 378 medallas de premiación a entregar (126 tríos). Pero además, dieron lugar a 2.000 medallas de participación, "que son más pequeñas, más finas y no tienen cinta".
"Una medalla olímpica es una vara muy alta y empezás a pensar cómo llegar a eso, esa calidad de producto. Tampoco teníamos comparación material de otras medallas olímpicas, solamente fotos. Creo que todavía no tomamos dimensión o conciencia, no pudimos detenernos a pensar que es la medalla de un Suramericano", concluyó Montengro, que igual anticipa que seguramente ver sus productos en las premiaciones generará "mucha emoción" en todo el equipo involucrado.