Se acerca el inicio de clases y desde ConBienestar te ayudamos en los preparativos. Hace unos días te contamos cómo hacer para que las mochilas no dañen la espalda de los chicos y te dimos algunos tips para que el regreso al aula no sea estresante para nadie. Ahora es el turno de las vacunas.

Durante la etapa escolar, los chicos tendrán que recibir algunas vacunas. Esto aumentará la inmunización frente a muchas enfermedades y lo protegerá ante un posible contagio. Por eso, además de acomodar los útiles y cuadernos, tomate un minuto para revisar que las cuestiones de salud estén en orden.

Primer grado

Si tu hijo empieza primer grado (es decir que tiene entre 5 y 6 años), las dosis que debe recibir son:

  • triple viral (para prevenir el sarampión, la rubéola y las paperas);
  • triple bacteriana celular (para prevenir la difteria, el tétanos y la tos convulsa);
  • Sabin (para prevenir la poliomielitis).
A los 11

Si, en cambio, ya tiene 11 años, deberán aplicarle:

  • triple bacteriana acelular (para prevenir la difteria, el tétanos y la tos convulsa);
  • meningococo (para prevenir la meningitis y la transmisión de la bacteria a los lactantes –es una dosis única–);
  • Virus del Papiloma Humano o VPH (para prevenir el cáncer de cuello uterino en las nenas y otras enfermedades relacionadas al VPH en todos los chicos. El esquema es de dos dosis separadas al menos por 6 meses).

El infectólogo Hugo Pizzi, profesor titular plenario de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba (M.N. 54101, M.P. 7827), aclara que el esquema de vacunación comienza al nacimiento y debe estar al día al comenzar primer grado. De hecho, al aplicarle las dosis de los 6 años “se controlará que el carnet esté completo con las vacunas anteriores, desde el nacimiento hasta los 18 meses”, añadió. Es decir que los chicos ya tendrán que haber recibido las siguientes dosis: BCG, Hepatitis A y B, Salk, pentavalente, neumococo, meningococo y triple viral (en distintas edades).

Recordá que el esquema nacional de vacunación es obligatorio y, por lo tanto, las vacunas se aplican de forma gratuita en centros de salud y hospitales públicos de todo el país. Asimismo, tené en cuenta que, tal como explica Pizzi, no vacunarse representa un riesgo personal –ya que no se está protegido ante cualquier epidemia– y puede conllevar un problema sanitario. “El valor de las vacunas es indiscutible e incontrastable. Son el gran adelanto de la humanidad y, junto con el agua potable y la esterilización, las responsables de su progreso”, concluyó el infectólogo.