El homicidio se produjo en una casa de La República al 8600, y el presunto autor está detenido

Un joven de 21 años, que desde el miércoles era buscado por sus familiares, apareció muerto la tarde de ayer. Fue en una casa de la zona oeste donde su amigo y presunto asesino lo tenía. Estaba escondido debajo de una cama y envuelto en una sábana.

El caso

Silvia R., de 42 años, llamó ayer a la policía para que concurra a su casa. Al llegar los pesquisas denunció que su hijo, Fidel Ernesto Rosales, se había ausentado la tarde del miércoles en compañía de otro muchacho. Y que desde entonces no tenían noticias sobre su paradero.

Con los datos aportados por los familiares de Rosales, los policías se dirigieron a una vivienda de La República al 8600. Fueron atendidos por el muchacho que la mamá de la víctima había señalado como la persona que estuvo con su hijo.

En un interrogatorio que le hicieron en la puerta, el joven respondió con evasivas y eso llevó a los investigadores a ingresar a la casa. Tuvieron la autorización de la dueña del lugar y procedieron a una requisa exhaustiva.

En esas circunstancias, debajo de una cama hallaron el cuerpo sin vida de Rosales. Estaba envuelto en una sábana maniatado y sin vestimenta. Según los primeros exámenes médicos presentaba una profunda herida de arma blanca en la nuca.

Siempre juntos

Ante ello, los policías se llevaron preso a Leonardo Ariel T., de 23 años. Quedó a disposición de la fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro la cual ordenó la presencia del Gabinete Criminalístico de la Policía de Investigaciones en el lugar. También el levantamiento de rastros y testimonios para tratar de esclarecer el homicidio.

En ese sentido, en la casa donde fue hallado el cadáver la policía halló varios blister con psicotrópicos, bebidas alcohólicas y algunos familiares de las partes dijeron que ambos "eran amigos y estaban siempre juntos consumiendo drogas".