Todos escuchamos en algún momento el término “efecto rebote” asociado a los regímenes alimentarios, pero no sabemos bien qué es. Este sucede cuando después de realizar alguna dieta “milagrosa”, se recuperan los kilos que se perdieron pero con un extra, es decir, que se llega a pesar más que al principio.

Dietas extremas

El efecto rebote suele ocurrir con las dietas extremas o hipocalóricas. A largo plazo, lo único que se consigue con este tipo de regímenes es aumentar el porcentaje de grasa corporal y pasarla mal.

Sostener una dieta extrema en el tiempo hace que se ralentice el metabolismo ante la falta de alimento. Eso hace que también funcione más despacio la quema de calorías y se empieza a acumular más grasa. Por otro lado, se pierde masa muscular. Al final el cuerpo no lo resiste y empieza a sufrir las consecuencias (algunas hasta peligrosas para la salud).

En resumen, con este tipo de dietas se pierde músculo pero no grasa, hasta que llega un momento en el que tiramos la toalla. Y ahí es cuando se produce este efecto rebote.

Otras dietas que pueden tener este efecto son las citogénicas, también conocidas como a base de proteínas que se basan en suprimir los carbohidratos. Si se trata de cualquier otro tipo de régimen, esta consecuencia no se produce.

Así lo explicó a ConBienestar el nutricionista y antropometrista Facundo Crescenzo (MN: 6769): “En realidad el efecto rebote no existe. La gente sintiéndose que ya está bien empieza a comer más. Otra cosa que sucede es que una persona que tenía hábitos por los que engordaba los modifica voluntariamente al intentar bajar de peso, disminuye, pero cuando pasan tres o cuatro meses desde que adelgazó se relaja y, como esas costumbres aún no son fijas, sube de peso”.

“Es normal que el mismo hábito te vuelva a llevar al al mismo peso, pero no necesariamente más arriba o más abajo. Es lo que pasa cuando no aprendés a comer como corresponde, cuando no entendés cómo diagramar las comidas o saltear alimentos, cuándo no sabés por ni siquiera lo que estás comiendo”, expuso el nutricionista.

¿Cómo se puede prevenir el aumento de peso después de una dieta?

El primer paso para hacer modificaciones en la alimentación es no tomarlo como una dieta temporal. Hay que tomarlo como un cambio a un estilo de vida más saludable. Para eso debés estar motivado y con la intención de tomártelo en serio.

En este proceso vas a aprender de la mano del nutricionista a:
  • Elegir las combinaciones de alimentos adecuadas.
  • Medir las porciones.
  • Acostumbrarse cuando se va a comer afuera a: compartir un plato, llevarte lo que sobra o dejarlo, pero no forzarse a terminar todo lo que hay en el plato.
  • Preparar recetas saludables.
  • Conseguir productos adecuados.