Belgrano iniciará una seguidilla de 10 fechas en la Superliga en la que definirá su suerte con respecto al descenso. Llegaron ocho jugadores y se fueron otros tantos. Estas son las claves de un equipo que deberá sacar lo mejor de sí en poco tiempo.

La permanencia
El objetivo del Pirata en las 10 fechas es sumar lo suficiente para sostenerse en Primera División. No hay una cantidad justa de puntos que le aseguren la permanencia, pero está claro que debe descontarle los dos que hoy le lleva San Martín SJ (quien además tiene un partido menos con Boca que lo disputa el jueves 31) y al mismo tiempo sostener la ventaja que le lleva a Tigre, San Martín Tucumán y Patronato.

Caras nuevas
El plantel se modificó completamente con la llegada de ocho jugadores que en su mayoría serían titulares. La “B” sumó tres defensores: Juan Patiño, Marcelo Herrera y Christian Almeida. Dos volantes: Marcelo Meli y Gabriel Gudiño. Tres delanteros: Anthony Uribe, Mauricio Cuero y Diego Mendoza. Ahora, la tarea del técnico Diego Osella es ajustar el funcionamiento del equipo.

Bajas en todas las líneas
Belgrano: Osella sigue probando y confirmará el equipo el mismo domingo
Fueron tan flojas las contrataciones para la presente Superliga en junio pasado que transcurridas las 15 fechas dejaron el plantel cinco refuerzos: Sebastián Olivarez, Gastón Gil Romero, Hernán Menosse, Denis Rodriguez y Adrián Balboa. Se dejó libre a dos que habían sido borrados en un momento, después pasaron a ser tenidos en cuenta y ahora se fueron: Pablo Heredia y Federico Álvarez. Y se lo vendió a Matías Suárez a River.

Cambio de mentalidad
Diego Osella aseguró que no hay tiempo para lamentos ni para los errores. Por eso pretende un equipo más vertiginoso, mejor parado en campo y por sobre todo que disminuya el nivel de errores que tantos puntos le costaron en el primer tramo del torneo.

Nuevo esquema
En medio de los cambios, deberá sobreponerse a la salida de Suárez: “Perdimos a nuestro jugador franquicia”, dijo el DT. Sabe que no le será sencillo encontrar un reemplazante, pero con lo que tiene se las debe arreglar. La idea es jugar con un sistema 4-4-2 porque no hay tiempo para perder y el arriesgar parece que será una necesidad en el nuevo Pirata.