La economía volvió a tener un fuerte descenso en el undécimo mes del año, por octavo mes consecutivo.

 

La economía volvió a caer en noviembre un 7,5% en relación con el mismo mes del año pasado, de acuerdo con los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que difundió esta tarde el INDEC.

La turbulencia cambiaria y la sequía en el campo impactaron fuerte en la economía. En mayo la actividad económica había caído un 5%, en junio otro 6,6%, en julio bajó 2,7%, agosto un 1,9%, en septiembre 6,1% y 4,2 en octubre de acuerdo a datos del INDEC. Las principales razones de esa merma fueron el desplome de la cosecha en los primeros meses del año, el cimbronazo de la corrida cambiaria y el freno de la industria.

A su vez, la medición contra octubre pasado en forma “desestacionalizada”, el mismo indicador mostró variaciones negativas del 2,3% en la comparación intermensual.

De esta forma, la actividad económica acumuló una disminución del -2,2% en los primeros once meses del año, respecto del mismo período del 2017.

Según los analistas, el ritmo de crecimiento del año pasado fue más lento de lo esperado y dejó poco “arrastre” para la actividad este año. Además, la turbulencia cambiaria y la sequía afectaron al nivel de actividad que se desaceleró en el primer semestre del año.

Los componentes que estaban previstos impulsen el crecimiento, como la obra pública y el consumo, tuvieron un comportamiento diverso. En el primer caso, el Gobierno aumentó el gasto y se empezó a notar el ritmo en la actividad. Mientras que el consumo masivo aún no recuperó los niveles de finales del 2015.