El Estado recuperará los bienes de delitos complejos incluso antes de que exista una condena firme. Se podrá aplicar con 15 años de retroactividad.

 

A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), Mauricio Macri decidió ponerle punto final a las idas y vueltas sobre la extinción de dominio. Se trata del proyecto que impulsó el Gobierno para que el Estado pueda recuperar los bienes de delitos complejos, entre los que se destacan la corrupción, el narcotráfico y el lavado de dinero.

El proyecto establece que el Estado pueda recuperar los fondos y bienes que fueron obtenidos por terceros a través de delitos complejos. A diferencia de la figura del "decomiso", que ya existe en el Código Penal, la extinción de dominio permitirá la recuperación incluso antes de que exista una condena. De esta manera, se buscará atacar el poder económico de las bandas delictivas para achicar su margen de acción.

Si el titular del bien bajo sospecha no puede justificar su propiedad, la Justicia civil sentenciará la denominada "extinción del dominio" y su pase a la órbita de la Agencia de Administración de Bienes del Estado.

También incorpora los delitos contra el orden económico y financiero, especialmente cuando se trate de corrupción. Si se aplicara a casos de coimas no sólo se abarcaría al funcionario que recibió el dinero sino al empresario que pagó las dádivas.

Establece, además, la posibilidad de extinguir el dominio de bienes en el extranjero, en caso de que se detectaran cuentas offshore en paraísos fiscales. De esta forma se buscará traer a la Argentina el dinero generado a través de ilícitos que se encuentran fuera del país.