En 2020 y 2021, el préstamo stand by del FMI no provocará grandes impactos sobre las cuentas externas del país, pero el mayor peso recaerá en 2022 y 2023.

 

Según Ecolatina, las recomendaciones de la entidad financiera “condicionarán al próximo presidente electo”.

Los desembolsos y pagos se compensarán mutuamente en 2020 y 2021, de modo que no exigirá “grandes esfuerzos” por esta vía, según un informe de la consultora Ecolatina.

Sin embargo, en 2022 y 2023 la Argentina deberá devolverle casi US$ 45.000 millones -cerca de 9% del “magro PBI” en dólares de 2018- al Fondo Monetario Internacional (FMI).

La entidad indicó que “considerando los resultados de cuenta corriente -ingreso neto de divisas genuinas al país- y fiscales de los últimos años, es imposible que esos pagos se realicen con fondos propios”.

Ante esta situación, el país tendrá tres alternativas:

*Salida a los mercados inusual por su monto.
*Renegociación de los plazos de pago con el FMI.
*Una mezcla de ambas.

En este sentido, y de acuerdo al análisis de Ecolatina, el curso “más probable es el último, siempre y cuando la opción política que triunfe en 2019 no adopte una estrategia de fuerte enemistad con el Fondo”.

Por último, el informe de la consultora afirma que “el FMI, y más importante aún, sus recomendaciones, llegaron para quedarse, por lo que también condicionarán al próximo presidente electo“.