En caso de que se confirme el ataque con gas tóxico contra la ciudad siria, “este sería otro ejemplo de la brutalidad del régimen del (presidente Bashar al) Assad y su descarado desprecio por su propio pueblo”, dijo May durante una visita a Copenhague, la capital de Dinamarca.
El régimen de Bashar Al Asad y su aliado ruso desmintieron el ataque con armas químicas del sábado en Duma –último bastión rebelde de Guta Oriental–, región al este de Damasco que el régimen está a punto de reconquistar en su totalidad. Las acusaciones fueron calificadas de “farsa” y “fabricaciones”.
Moscú desmintió con firmeza estas informaciones, e Irán, otro aliado del gobierno sirio, consideró que estas acusaciones son un nuevo “complot”.