El papa Francisco recibió el alta de la bronquitis que lo tuvo tres noches internado en el hospital Gemelli de Roma y, antes de retomar su agenda de trabajo en el Vaticano, bromeó: "Aún estoy vivo".
"Admiro tanto a los que trabajan en el hospital", agregó después, tras saludar dentro del centro médico "al Rector de la Universidad Católica, Franco Anelli, junto a sus más cercanos colaboradores; el Director General del Policlínico, Marco Elefanti; el asistente eclesiástico general de la Universidad Católica, Monseñor Claudio Giuliodori; y el equipo de médicos y trabajadores de la salud que lo asistieron durante estos días", informó un comunicado vaticano.
Al dejar el hospital, el Papa saludó y abrazó a algunos fieles presentes. Después, y antes de volver a su residencia, Francisco fue a la Basílica de Santa María la Mayor a rezar por los niños con cáncer y del sector de neurocirugía infantil a los que visitó durante su estadía en el hospital; además, oró por los enfermos en general y por quienes sufren por las enfermedades y la pérdida de seres queridos, explicó el Vaticano.
Al llegar el Vaticano, el Papa tiene en agenda un encuentro con el cardenal canadiense Marc Ouellet, informaron fuentes vaticanas.