Los hinchas, muchos de ellos compatriotas, llegaron desde las ciudades aledañas del País Vasco y pagaron entre 12 y 10 euros para ver el trabajo de los futbolistas "albicelestes", que consistió en ejercicios con pelota y un táctico.

Messi, capitán del equipo, fue el centro de las miradas de todos los asistentes, que acompañaron cada uno de sus movimientos con exclamaciones de admiración. Al momento de realizarse tareas de definición, se sucedieron los gritos de gol cada vez que un futbolista lograba vencer la resistencia de los arqueros.

Los jugadores se mostraron muy a gusto en ese ambiente relajado y se acercaron al pie de una de las plateas para firmar camisetas, pelotas y tomarse fotos.

El plantel argentino, que trabajó de forma completa tras el arribo de los futbolistas de River Franco Armani y Julián Álvarez, viajará el lunes próximo rumbo a Londres y tras el partido regresará a Bilbao, la ciudad elegida como sede de concentración esta fecha FIFA.

La Finalissima, partido de carácter oficial que enfrenta a los campeones de Europa y América, se jugará el miércoles a las 15.45 en el mítico estadio de Wembley, con transmisión de ESPN y Star+.

El DT Lionel Scaloni tiene previsto disponer la siguiente formación: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Guido Rodríguez y Giovani Lo Celso; Messi, Lautaro Martínez y Ángel Di María.

Tras el compromiso con Italia, Argentina afrontará un segundo amistoso ante Estonia, el domingo 5 de junio en España, con sede aún por confirmar. En principio estaba previsto que fuera el Arena Reale de San Sebastián, propiedad del club Real Sociedad, pero finalmente quedó descartado por obras que estaban programadas con anterioridad.

Así, un probable escenario para el amistoso con los estonios es la cancha del club Alavés, ubicada en la ciudad de Vitoria, 60 kilómetros al sur de Bilbao.