Los dos ministros que Javier Milei eligió para reencauzar las relaciones con los partidos políticos dialoguistas reciben desde esta tarde a todos los representantes de las provincias en la Casa Rosada, que cumplieron con asistencia perfecta.
El objetivo principal del Gobierno es aprobar sin dilaciones, sobre todo, las privatizaciones y las facultades extraordinarias para el Ejecutivo. Desde las 15, escuchaban los reclamos de los distritos y les planteaban propuestas -principalmente fondos a través de un nuevo pacto fiscal- a cambio de apoyo a la ley Ómnibus reversionada.
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El ministro de Economía Luis Caputo, el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, coordinaron la invitación a los gobernadores para iniciar el camino hacia el Pacto de Mayo.
El encuentro tiene lugar una semana después de la convocatoria del primer mandatario en la Asamblea Legislativa al resto de la clase política, a cambio de un nuevo pacto fiscal que alivie sus cuentas y con vistas a firmar un acuerdo de 10 puntos de consenso básicos en mayo. Los encargados de llevar el diálogo son el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, pero a último momento sumaron al Secretario de Hacienda, Carlos Guberman; del Interior, Lisandro Catalán; y al Secretario Ejecutivo de Gobierno, Jose Rolandi.
Intentarán buscar una diagonal para conseguir respaldo legislativo para aprobar sus reformas. El primero comandará por primera vez un encuentro de estas características, en un intento de Milei de lograr mayor “prolijidad” en la discusión. Lo cual es una forma de admitir que el primer tramo de las conversaciones, entre enero y febrero, fue al menos desordenado.
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Los gobernadores entraron puntuales a la Casa Rosada. Estaban citados a las 14.45 y exactamente a esa hora empezaron a ingresar, uno por uno, a través de la explanada, para luego desplazarse por el Salón de los Bustos y subir las escalinatas que los llevaban al Salón Eva Perón. En orden, pasaron Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Hugo Passalacqua (Misiones), Claudio Poggi (San Luis), Rolando Figueroa (Neuquén), Leandro Zdero (Chaco), Carlos Sadir (Jujuy), Marcelo Orrego (San Juan), Jorge Macri (CABA), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Melella (Tierra del Fuego); Sergio Ziliotto (La Pampa); y Axel Kiciloff (Buenos Aires), que estaba acompañado por su jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y puso fin al cruzar el portón de acceso a las especulaciones sobre su ausencia.
En una segunda tanda llegaron Ignacio Torres (Chubut), la vicegobernadora de Alfredo Cornejo, Hebe Casado (Mendoza), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Alberto Weretilneck (Río Negro). Y, sobre la hora del encuentro, previsto para las 15, pasaron Teresita Madera, vice de Ricardo Quintela (La Rioja); Gisela Scaglia, la dos de Maximiliano Pullaro (Santa Fe), que decidió faltar a último momento por por una urgencia de seguridad local pero no dejó de mandar un representante; el vice de Gildo Insfrán (Formosa), Eber Solís; Claudio Vidal (Santa Cruz); y Gustavo Valdes (Corrientes). Apenas tarde llegaron Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta), los tres norteños peronistas con mayor afinidad con Milei, ansiosos por que se apruebe el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI) para fomentar las industrias locales.
La reunión comenzó a las 15.15, cuando Posse se instaló en la cabecera de la mesa rodeado por Francos y los secretarios e inició la conversación, cuyos detalles se conocerán en las próximas horas. Por ahora, sólo está definido que sea Francos quien quede a cargo de resumir el resultado, en una rueda de prensa en la Sala de Conferencias del segundo piso del palacio gubernamental. Es probable, adelantaron en su entorno, que sume a algún gobernador a la alocución, como en el primer encuentro de enero. En ese momento lo habían acompañado, con breves discursos de resumen, Jalil, Sáenz y Yaryora, antes de que las relaciones con el cordobés se quebraran.