Familiares y amigos de las víctimas del triple crimen de Capitán Bermúdez se manifestaron este jueves para reclamar justicia.
La petición de justicia es por Santiago Ochoa (31) y Emiliano Saucedo (25), quienes resultaron asesinados junto a Eber Ramos (25), quien aparentemente era un contacto que los acompañó hasta el lugar del hecho a comprar dólares.
“Emiliano era un padre ejemplar, un buen marido y sus hijos merecen caminar con la frente en alto y saber que su padre era una buena persona. Solo estaba en el lugar y el momento equivocado”, contó una joven.
En la misma línea, la suegra de Santiago agregó: “Dejaron a mi hija sola y a un bebé de ocho meses sin papá. Nunca pensamos estar en una situación así. Santiago hacía siete años que estaba con mi hija, la cuidaba, era excelente, jamás lo vi pelear con alguien”.
La mujer consideró que lo que condenó a su yerno a ese trágico desenlace fue “un exceso de confianza en otra persona que se pensaba que era igual que él”, en relación con Ramos, el tercer asesinado, sindicado por fuentes policiales como un “jugador” del paño narco en el Cordón Industrial y que se mantenía prófugo de la Justicia desde mediados de 2022.
Investigación
El principal sospechoso es un trabajador metalúrgico, identificado como A.L., al parecer sin antecedentes. Era dueño de la casa donde ocurrió el triple crimen y conocía a Eber Ramos por vivir en el mismo barrio.
Un segundo sospechoso, L.P., también fue imputado porque estaba en la vivienda al momento de la llegada de la policía, el pasado sábado por la madrugada.
“Hay distintas hipótesis” sobre el móvil de los homicidios, dijo la fiscal Luisina Paponi. “Consideramos que fue un intercambio de pesos por dólares y el móvil fue poder quedarse con la plata que llevaban las víctimas”, dijo y aclaró que la investigación tiene varias medidas pendientes, como el peritaje de celulares secuestrados y entrevistas.