La sequía extrema que ha afectado a la laguna de Melincué, reconocida como sitio RAMSAR y hogar de flamencos en años anteriores, ha cambiado drásticamente el panorama. La reducción significativa del nivel de agua, combinada con la presencia de pescadores y deportistas acuáticos, ha llevado a que estas aves busquen refugio en lugares más alejados.
Según Jesús Enrique, fotógrafo y conocedor de la región, antes era común ver grupos de más de cinco mil flamencos en Melincué, pero ahora solo se pueden avistar pequeños grupos de alrededor de 30 individuos. La sequía ha provocado la división del espejo de agua en diferentes lagunas, lo que ha llevado a las aves a buscar sitios más tranquilos.
En lugares como la cañada "Los Leónes", ubicada en el medio del campo y con agua salada, se ha observado una gran concentración de flamencos. Melincué ha perdido la alta salinidad en sus aguas, que es vital para el alimento de estas aves. Ahora, los flamencos pueden ser vistos en diferentes puntos del sur de la provincia, como la laguna de "Runciman" cerca de María Teresa, donde se han congregado en gran cantidad para evitar molestias.
Enrique destaca que los flamencos buscan lugares con agua salada, comida y tranquilidad, y que si están presentes en un área es porque cumplen con estas condiciones. Además, menciona una laguna detrás de Chañar Ladeado, que ha sido un lugar tradicional para estas aves y que ahora se encuentra llena de flamencos debido a su ubicación remota y agua salada.
En cuanto a las especies avistadas en las lagunas del sur de Santa Fe, la más común es el flamenco austral, que solía anidar en Melincué. También se han visto en menor medida la Parina grande y en años anteriores algunas Parinas chicas, aunque estas últimas son más raras de avistar debido a su hábitat de alta altitud y necesidad de agua muy salada.