Los alumnos en esa situación son unos 4.000 en todo el distrito, de los cuales 234 son del departamento La Capital, cuya cabecera es la ciudad de Santa Fe. El Ministerio tiene “un sistema nominado” que les permite observar el movimiento de matrículas “para identificar quiénes son los que están en riesgo de abandonar la escuela”.
Los encargados de repatriar a los alumnos realizarán una entrevista para saber cuáles son las dificultades de cada entorno y en función de eso se llevará a cabo la orientación de dónde pueden inscribirse, cuáles son las escuelas más próximas y qué servicios pueden tener disponibles.
Además, en caso de que una familia se niegue a inscribir a los chicos, actuarán “equipos sociales y educativos para establecer un acompañamiento más fluido”.
“Cuando se habla de que la escuela es obligatoria, nos referimos a que los adultos deben garantizar el derecho de los chicos de entre 4 y 17 años a estar en la escuela”, señalaron desde la cartera.
Si bien las inscripciones al ciclo escolar 2023 se terminan de formalizar en febrero estas acciones “permiten trabajar durante todo el verano y anticiparnos a las problemáticas” que pudieran suscitarse al comienzo de las clases, agregaron.
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