Pocos minutos después de que Argentina ganará la copa del mundo en Qatar, el obelisco en Buenos Aires se llenó de personas que festejaron la victoria y glorificaron a Lionel Messi.
24 horas después de tan importante logro, y a la espera de que aterrizara la delegación argentina, cientos de simpatizantes volvieron a congregarse en la zona del monumento porteño. Esta vez, el dato de color fue otro: hinchas de Messi por un amor que atravesó fronteras.
Varios grupos de brasileros con camisetas argentinas celebraban con algarabía la sonrisa del diez al son de una sola afirmación: "queríamos que gane Argentina por Messi".
También dos hombres oriundos de Venezuela, pero residentes en Chile, contaban que viajaron exclusivamente para festejar el campeonato e incluso para conocer la historia de Diego Armando Maradona.
Finalmente, el amor también trascendió continentes. Nacido en India, un hombre decía en un aceptable inglés que estaba "contento por Messi y Argentina".
El fenómeno Messi trascendió. La bandera Argentina flameó en distintos lugares del mundo y el fútbol fue justo ante la ilusión de tantos.