La falta de pediatras es un problema que comenzó hace una década y hoy coloca a la salud pública en una crisis altamente compleja. La demanda desborda al personal existente para la atención de niños y lo peor es lo que va a venir en los próximos años si no hay un cambio radical en esta situación. Por ahora, al menos en esta provincia, desde el Ministerio de Salud se buscan alternativas para enfrentar este delicado panorama, desde la reducción de las horas de guardia en los efectores públicos hasta la implementación de un trabajo interdisciplinario-multisectorial.
Para el especialista Fernando Redondo, la faltante de pediatras se debe a una multicausalidad que va desde la falta de vocación hasta ofertas pedagógicas o económicas más redituables.
“No hay decisión de ser pediatra por distintas razones. Desde 2010 todas las especialidades clínicas han sufrido una disminución en la presentación para cargos de residencia médica, por eso se está cuestionando los seis o siete años para recibirse de médico más otros tres o cuatro años en una especialidad para recién ahí poder entrar al campo del trabajo, un tiempo muy largo que obliga a pensar otras modalidades”, sostuvo Redondo.
“También hay causas como pueden ser que hospitales oferten una situación pedagógica o un enfoque pedagógico del aprendizaje muy distinto de los clásicos. Asimismo, los sueldos que se proponen para las residencias públicas que el Estado ofrece son realmente son muy básicos”, agregó.
Si bien ya pasó el invierno, donde estacionalmente hay aumentos de la atención de los problemas respiratorios en los chicos, ahora preocupa la cantidad de casos de niños con picaduras de alacranes. Desde la última semana de octubre, donde se denunciaron tres por día, los profesionales estiman que las elevadas temperaturas, sumadas a la sequía imperante en la región, influirán en la elevación del número de casos. La advertencia tiene una razón: la escasez de suero antialacrán.
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