Un parador de las islas entrerrianas frente a Rosario fue habilitado por la Intendencia de Victoria para organizar una fiesta electrónica para al menos mil personas. Garden Island es el mismo parador que en agosto del año pasado había comenzado a construir de manera ilegal un canal, que fue frenado por la Prefectura Naval por orden de la Justicia federal.
Garden Island -un parador en el kilómetro 426 del Paraná Viejo, a la altura del balneario La Florida- ya tiene un historial de polémicas. En las últimas temporadas viene recibiendo quejas por las megafiestas que realiza en el humedal: contaminación sonora, lumínica y de residuos, además del frenético trafico náutico en medio de una zona declarada reserva natural por el propio municipio de Victoria.
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Es que no solo los incendios amenazan al humedal del Delta del Paraná, sino también el desarrollo sin control de urbanizaciones, el avance de la agricultura y ganadería, y la sobreexplotación comercial, incluso la recreativa.
La resolución de la Secretaría de Gobierno de la Municipalidad de Victoria, con fecha de este jueves 6 de octubre, hace referencia al expediente 7.584 e indica que el parador Garden Island, del kilómetro 426 del Paraná Viejo, a la altura de La Florida, "solicitó autorización para la realización de un espectáculo público, «Parador Garden — Waves Opening Party», a llevarse a cabo en isla La Invernada (departamento Victoria) el día 8 de octubre del corriente año, a partir de las 14 horas". También precisa que pusieron mil entradas a la venta a un costo de $2.500 las generales.
Finalmente, el artículo 1º autoriza a la titular de Garden Island "a realizar un espectáculo público bailable" el día requerido.
Antecedentes
El 7 de agosto de 2021 la Justicia Federal frenó la construcción de un canal de casi 150 metros, pegado al bar Garden Island. La idea era conectar de este a oeste el islote con la zona del Embudo para que las embarcaciones puedan ingresar desde allí al Paraná Viejo y tengan más lugar para amarrar en este parador. Pero hasta ahora rige una medida cautelar que prohíbe semejante obra y una inspección suspendió los trabajos.
En la zona ya ha habido grandes fiestas que llegan a albergar hasta dos mil personas, con cientos de embarcaciones que forman verdaderos islotes con lanchas y yates en los bares. También anclan en la costa para bailar con música a todo volumen sobre las embarcaciones, sin control alguno de decibeles ni de lo que se consume antes de navegar para volver a Rosario.