Ante las dificultades en el abastecimiento, la cadena de valor de la agroindustria ofrece sustituir un millón de toneladas de gasoil importado por igual número de biodiesel producido en el país. “Desde hace más de diez años decimos que tenemos que usar la capacidad ociosa del biodiesel como una alternativa para diversificar la matriz energética. De acá a fin de año se podría volcar al mercado interno hasta un millón de toneladas de biodiesel, algo que no solo es factible desde lo técnico y económico, sino también, porque hacer biodiesel es darle valor agregado a la soja”, dijo al aire de Cadena OH! Juan Facciano, de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer).
“Es preocupante lo que está sucediendo en materia energética en todo el país, no solo en la provincia de Santa Fe. Esto se podría haberse evitado de manera muy sencilla con la utilización de la capacidad ociosa que tiene nuestro país en lo que se refiere a biodiesel”, insistió.
Trocar las importaciones de gasoil por la utilización del biodiésel para uso automotor, la generación eléctrica o el consumo del sector agrícola, es una “voluntad meramente política”, aseguró Facciano.
Según las proyecciones que maneja Casfer, un millón de toneladas de biocombustibles agregadas al mercado interno permitiría ahorrar U$S 1.450 millones en importaciones de 1 millón de toneladas de gasoil. A su vez, teniendo en cuenta que el biodiésel se hace en base a aceite de soja, que se extrae al procesar el poroto, del cual se extrae 20% de aceite y 80% de harina de soja, el incremento de producción “propicia exportaciones adicionales de 4 millones de toneladas de harina de soja por U$S 2.250 millones, lo que generaría divisas en total por u$s 3.700 millones”.
Como corolario, se reduciría de U$S 10.000 a U$S 6.300 millones el impacto de las importaciones totales de combustibles (gasoil, GNL y gas) entre mayo y septiembre, que son los meses críticos en los que el país necesita adquirir combustibles.
Escuchar también la nota completa: