Unas 35 cooperativas acreedoras de Vicentin, integradas por productores del interior de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires, expresaron su voluntad por aceptar la propuesta de pago presentada por el grupo de Inversores Estratégicos en el juzgado que maneja la causa, a cargo del doctor Fabián Lorenzini.
"Es necesario aclarar que los productores, en especial los más pequeños, fueron muy afectadas económicamente por el proceso concursal de Vicentin. Después de dos años recibir una propuesta razonable trae alivio. Sienten que es el mejor acuerdo posible, porque saben que quedarían resuelta la situación de 792 acreedores de menor monto sobre un total de 1700. Y el resto, los de mayores acreencias, recibirán un adelanto y un porcentaje restante en cuotas prorrateadas. Y, fundamentalmente, porque de esta forma se evita la quiebra, proceso en el que se liquidaría todo el patrimonio de Vicentin, los acreedores pequeños cobrarían mal, tarde y devaluados, y se perderían una importante fuente de trabajo", explicó Silvina Sefussatti, quien defiende los intereses de las cooperativas.
"Lo fundamental es que el objetivo es asegurar la continuidad de la empresa, También es muy importante la dolarización de la deuda contraída en pesos. Ante la realidad de nuestra economía, con una inflación tan alta, se mantendría el valor de las acreencias. Como referencia, se estableció el precio del dólar a la fecha de presentación en concurso, que era de 60,778 pesos", indicó.
"Otra condición favorable es la oferta económica. Un pago inicial de 297 millones de dólares en efectivo. Eso se distribuiría en 30 mil dólares a cada uno de todos los acreedores. Como le dije, cancelaría la situación a 792 de ellos", agregó.
Asimismo, detalló que los saldos del total de la deuda quirografaria, "se capitalizan y se ceden a un Fideicomiso, que administrará las acciones por el 95% del capital accionario de la empresa, quedando la participación accionaria de los actuales socios de Vicentin reducida a un 5%. El pago final será de 165 millones de dólares a los 12 años".
Respecto a las expectativas para los próximos meses, Sefussatti aseveró que sería importante cerrar un acuerdo, "puesto que los acreedores recuperarán de la única forma posible gran parte de su dinero, que no siempre se logra en este tipo de procesos. Más allá de esto, la propuesta tiene beneficios múltiples: la empresa seguirá en marcha gestionada por profesionales de gran solvencia, conocimiento y prestigio en el rubro. De esa forma se garantizan los puestos de trabajo de los 1233 empleados directos y los miles de indirectos, además de continuar proveyendo de servicios a muchísimos productores".
De no aceptarse la aprobación de las mayorías necesarias para obtener la homologación del acuerdo preventivo, se abrirá "un proceso de cramdown, que habilita a cualquier persona física o jurídica a adquirir la sociedad concursada a través de la transferencia de la totalidad de su capital social. Realmente vemos poco viable esta alternativa, la experiencia en nuestro país demuestra el rotundo fracaso de esos procesos, que, generalmente, terminan en quiebra y por ende en la liquidación de la totalidad de los bienes, con el consecuente cierre de la empresa y pesificación de las acreencias de los acreedores nacionales tal como fueron verificados".
Ello, llevaría a un escenario "muy engorroso", puesto que "debería haber uno o más interesados, y hasta ahora no se presentó nadie en el Juzgado. Y están los tiempos de gestión judicial. En una reciente reunión técnica la Sindicatura estimo que, si se cumplieran exitosamente todos los pasos, los trámites demandarían como mínimo 18 meses. Entrar en ese proceso, provocaría que a los 60 días terminarían los contratos de fasón vigente, con los que actualmente se solventa la actividad. Faltarían los recursos para asumir los costos fijos, y obviamente, no podrían pagar los sueldos a los trabajadores".
"Cuando la mayor cantidad de empresas se dediquen al comercio de granos la posibilidad de la concentración monopólica es menor. Por eso es muy importante que este proceso concursal llegue a buen término, puesto que afectó a muchos productores agropecuarios, comerciantes y proveedores. Las empresas que integran el grupo de inversores estratégicos, en su mayoría son argentinas, tienen reconocimiento por su larga experiencia en los negocios agropecuarios. Y tienen capacidad económica para afrontar el pago de las deudas y aportar el capital de trabajo necesario para la continuidad de la actividad de la empresa. Eso fortalece le decisión de los acreedores de aceptar la propuesta de pago", agregó.