El municipio de Santo Tome y el CONICET firmaron un convenio para avanzar en un estudio de vigilancia temprana del dengue. La iniciativa consiste en la colocación de 61 ovitrampas (sensores de detección) distribuidas en distintos puntos de la ciudad. Es con el objetivo de determinar la variación espacio temporal del mosquito de manera constante y sostenida por el transcurso de 2 años.
Los datos recabados serán procesados por investigadores del CONICET. Servirán para generar acciones de prevención del dengue. En tanto, el trabajo en el territorio está a cargo de un equipo de trabajadores municipales capacitados para tal fin.
Leer también: Desde Santo Tomé afirmaron que la variante Delta “está controlada”
"Estamos satisfechos porque se trata de un trabajo serio y a largo plazo. Cuenta con el respaldo del Conicet y funcionará como una alerta temprana de la presencia del Aedes Aegypti. De esta forma, podremos activar medidas adecuadas de prevención cuando sea necesario", explicó el director de Medio Ambiente, Norberto Lavatiatta.
En cuanto a los pormenores del estudio, la directora de Gestión Ambiental y Control Alimentario, María Marta Durelli, explicó que para la realización del mismo "contamos con la participación de vecinos. Amable y voluntariamente, nos abren la puerta de sus domicilios para que podemos dejar el dispositivo".
"Esas personas serán visitadas regularmente por nuestro equipo de trabajadores municipales. Esto mientras se desarrolle el estudio. Su aporte es indispensable para que los podamos llevar adelante", completó.